Hace unos años, cuando nació mi tercera hija, la rutina se me dio vuelta por completo.
Había salido airosa de la revolución que produce la llegada del primer hijo así que cuando llegó la segunda, la familia ya estaba adaptada a los tiempos infantiles. La casa estaba preparada a prueba de golpes y caídas (nada de adornos chiquitos, ni objetos rompibles al alcance de la mano, enchufes tapados y cosas por el estilo).
Ya sabíamos lo que era no dormir pero también sabíamos que era sólo por un tiempo. Incluso la bebé era menos demandante porque, al poder jugar con su hermana, se entretenía bastante.
Por eso no sospeché nunca que al nacer la tercera, mi vida pudiera salirse de control durante ese primer año.
Mi hija mayor empezaba primer grado en un colegio nuevo y la segunda, salita de dos.
Otros ritmos, otros compromisos. De repente había tarea para hacer en casa del estilo "recortá 5 imágenes de animales que empiecen con A" (creéme que parece algo muy fácil pero cuando las necesitás nunca están en las revistas), notitas en el cuaderno de jardín que por ejemplo decían:
"Querida mamá: Para mañana traer:
Dos cajas de zapatos,
Una caja de remedio,
Dos frascos de plástico, limpios y sin etiquetas
Un trapo
papeles de caramelos de distintos colores.
Vamos a realizar una actividad super divertida!
Gracias"
Mientras tanto la bebé queriendo teta y la ropa para planchar esperando que alguien le quite las arrugas.
Pero esto te lo cuento porque, como escribí en el post sobre cómo se me ocurren las ideas, sigo haciendo orden y ahora le tocó a la computadora.
Eliminando archivos y reordenando carpetas me encontré con algo de aquella época que me recordó que a pesar del caos y de momentos que se van de control uno puede regalarse una pausa y hacer algo productivo con eso que le ocurre, transformarlo en otra cosa, darle otro sentido.
A pesar del caos y de momentos que se van de control uno puede regalarse una pausa y hacer algo productivo con eso que le ocurre, transformarlo en otra cosa, darle otro sentido.
Eso que encontré fue un documento que escribí cuando, entre tanto descontrol de juguetes, mamaderas y pañales buscábamos un elefante de peluche que estaba perdido en algún lugar de la casa.
Mirábamos abajo de la cama, en los cajones, los placares y no lo encontrábamos. Yo ya me había empezado a preocupar porque ese juguete era uno de los preferidos de la nena que en ese momento tenía dos años.
Pero ella de repente encontró otro juguete que le llamó la atención y se olvidó completamente de lo que estabámos buscando.
Ya no importaba el elefante. Parecía mucho mejor eso nuevo que había aparecido de repente sin que nos propusiéramos encontrarlo.
¿Sabías que este mecanismo se llama serendipia? Y se refiere a un descubrimiento o hallazgo sorpresivo que ocurre mientras se está buscando otra cosa.
Serendipia: descubrimiento o hallazgo sorpresivo que ocurre mientras se está buscando otra cosa.No hay que confundirlo con el famoso "eureka" del que también hablé en este post.
La diferencia es que en el último aparece lo que estábamos buscando mientras que en el primero lo que surge es una idea completamente diferente.
Muchos descubrimientos científicos aparecen de esta forma, casi de modo accidental o en búsqueda de otros descubrimientos.
Claro está que nosotras buscando un peluche no descubrimos la pólvora pero a lo que quiero llegar es a la importancia que tienen las búsquedas en la vida.
Ir atrás de un objetivo nos llevará probablemente a encontrar nuevos caminos que sin la búsqueda inicial tal vez nunca hubiéramos recorrido.
Dejarnos sorprender, cambiar el plan, es algo que debemos permitirnos.
Por esa época se me había dado por incursionar en la ilustración digital para acompañar los textos infantiles que escribía y como esa experiencia de buscar el elefante me inspiró, escribí unas rimas y dibujé esta imagen que es la que encontré limpiando la compu y pueden ver acá:
Siempre es bueno estar en la búsqueda. Caminos insospechados aparecen mientras estamos en marcha. Cambiar el objetivo, dar un volantazo y abrirse a lo nuevo da origen a transformaciones que no esperás, que no te imaginás ahora.
Darte la oportunidad aún en el medio del caos y no resignarte a que las cosas son así. Toda búsqueda tiene muchos hallazgos escondidos.
¿Qué cambio de rumbo hubo en tu vida? ¿Lo esperabas o te sorprendió?
Dejame un comentario.
Si no querés perderte ningún post suscribite acá.
Recordá que también está disponible para descargar Gratis la Guía "Del hobby a la Empresa" para descubrir a la emprendedora que hay en vos. Conseguila ahora haciendo clic acá
Si te gustó el artículo compartílo y me ayudás a difundirlo! Gracias
0 comentarios :
Publicar un comentario