Ser más productiva. Esto es lo que me enseñó mi hija

Empezaron las clases y una frase de mi hija, de apenas 7 años, me hizo reflexionar acerca de cómo encarar el trabajo ahora que el año empieza en serio. Acá te cuento qué me dijo.





Empezamos. Sí, nuevas rutinas, nuevos horarios, volver a las actividades a full, tareas, listas de compras, sueño, mucho sueño (nunca entendí por qué las clases arrancan tan temprano).

Volver a organizarse es el gran desafío que casi todas las mamás atravesamos en estos días. Nos desesperamos un poco, nos parece que siempre hay algo que nos queda pendiente y nos volvemos a estresar en dos días. Te suena?

A mí me pasa. Pero en todo este barullo, un comentario de Maqui que empezó segundo grado, me puso a pensar en que hay algunas cosas simples que podemos hacer para estar más tranquilas.

Mientras armábamos la mochila me dijo: "este año me propongo ser más prolija".

Simple y revelador. Un objetivo, un propósito realizable, casi el soporte de todos los avances en su aprendizaje. Porque tratar de ser más prolija seguramente la ayudará a aprender mejor, a prestar más atención, a realizar esfuerzos.  Ya sé que todo esto tiene un poco de baba de madre pero me pareció que muchas veces en nuestro hacer cotidiano, apurados por cumplir, nos olvidamos realmente de trazarnos objetivos. Hacemos, hacemos y hacemos sin pensar. La clave es ponerse un objetivo al día.

Decir: "Hoy me propongo esto" y realizarlo. Tiene que ser algo concreto. No sirve plantear "hoy voy a terminar todo el trabajo que tengo pendiente". Inlcuso sería contraproducente porque si al final del día no lo lograste te vas a sentir algo frustrada. Y no se trata de eso.

La idea es:
Plantearse un objetivo simple y concreto, que puedas realizar, para que en esos pequeños logros cotidianos sientas que vas para adelante, que avanzás, que resolvés.

Te sirve para hacer foco en lo que lográs y no en lo que no pudiste.

Vas a ver cómo de a poco vas sacando cosas adelante pero sobre todo tomás conciencia de tus progresos. Y eso es súper gratificante.

En resumen:
- Plantearse un objetivo al día
- Concreto
- Realizable

Para qué?

Para tomar conciencia de los logros
Para sentir gratificación personal por haber conseguido lo que nos proponemos.

Son pequeñas cosas que nos ayudan a mejorar.

En un artículo que leí sobre motivación recomendaban 4 pasos para mantener el entusiasmo por las tareas que no nos gustan tanto y la número 3 iba en el sentido de lo que te estoy contando.

Los pasos eran estos:

1- Cambiar el entorno: Hacer pequeños cambios de rutina, caminar por otra calle, subir la escalera en lugar de tomar el ascensor, desayunar en una taza diferente, etc.

2-Hacer ejercicio. No hay nada que agregar al respecto. Sencillamente, hay que moverse. Está comprobado que hacer ejercicio no sólo mejora nuestro estado de salud sino que ayuda a ser más productivos y felices.

3- Dividir las tareas grandes en tareas más pequeñas y celebrar esos pequeños logros. Ya te hablé en este post sobre mi método para mejorar el rendimiento cuando tenés mucho trabajo fragmentando la tarea. Pero si cada vez que terminás una parte te alegrás por ello, te felicitás y te decís internamente que vas bien, te vas a sentir más comprometida y alegre con lo que estás haciendo.

4- Establecer metas en un tiempo determinado. Definir en qué tiempo voy a cumplir lo que me propongo.

Así que vamos! Un objetivo al día.

Contáme qué resultados obtuviste en la parte de comentarios. Y si le agregás algo tuyo que se adapta a vos y a tu vida me gustaría saberlo.
Compartí este post en las redes sociales.

Si querés recibir las actualizaciones en tu casilla de coreo suscribite!

0 comentarios :

Publicar un comentario